¿Quieres empezar un proyecto?
Antes de ponernos a diseñar, preferimos echar una buena charla. Llámalo sesión de descubrimiento, café virtual o simplemente una hora para rajar de tu negocio. Tú nos cuentas en qué lío andas metido y nosotros vemos cómo sacar oro de ahí.
No es terapia (aunque a veces lo parece), pero sí sirve para despejar dudas, ordenar ideas y decidir si tu proyecto y el gato hacen buen match.